La labor de coordinación de un proyecto abarca desde la definición, junto con el propietario, de los objetivos a cumplir, hasta la puesta en operación del bien inmueble - producto, es decir, representa para el propietario la ventaja de recibir totalmente terminado y listo para operarse el bien inmueble - producto, con su sola participación en la toma de las decisiones importantes para el avance del proyecto.